El Monumento al General Manuel Baquedano es una escultura de bronce que representa la figura del reconocido como el principal líder durante de la Guerra del Pacífico (1879 – 1883) sobre su caballo Diamante, diseñada y construida por el escultor chileno Virginio Arias y erguido sobre el conjunto arquitectónico de Gustavo García. Bajo el monumento se encuentra la tumba del “Soldado Desconocido de la Patria”, cuyos restos fueron encontrados en el campo de batalla y enterrados en este sitio.
Se ubica en la plaza homónima, en la intersección de las calles Av. Providencia por el oriente, la Alameda Libertador Bernardo O’Higgins por el poniente y la Av. Vicuña Mackenna por el extremo sur. De la misma manera, representa el punto fronterizo entre las comunas Providencia, Recoleta y Santiago Centro.
Fue inaugurada el 18 de septiembre de 1928 por Carlos Ibáñez del Campo, con el objetivo de homenajear a quien sería considerado por el Gobierno un prócer de guerra por su participación en la Guerra del Pacífico, en la Guerra Civil de 1851 (para impedir el ascenso de Manuel Montt), en la de 1859 defendiendo el bando conservador y en la mal llamada “Pacificación de la Araucanía”.
Debido a su ubicación estratégica, se ha convertido en un ícono urbano de la capital, consolidándose en el imaginario colectivo como el punto de separación de las clases sociales de Santiago, ubicando al oriente de la plaza la clase alta -información que se condice con la ubicación de las comunas con mayor plusvalía de la ciudad- y al poniente su contraposición, las clases trabajadoras.
Siguiendo esta lógica y como centro de la capital, se convirtió en el punto de congregación masiva para diferentes eventos sociales, políticos y deportivos que no necesariamente se correspondían en sus motivaciones y perspectivas ideológicas y, a partir de 1980 -en reemplazo de la Plaza de la Ciudadanía- lugar de inicio de las manifestaciones públicas.
A partir del Estallido Social de 18 de octubre de 2019, pasó a ser el centro de la llamada zona 0 de las manifestaciones, fue rebautizada con el nombre “Plaza Dignidad” en relación a una de las principales consignas del movimiento social y se convirtió, rápidamente, en un territorio de disputa entre los y las manifestantes y las fuerzas represivas, quienes competían por la ocupación del lugar.
Esto dio pie a una serie de intervenciones sociales en el monumento, desde rayados con mensajes políticos en contra del gobierno, hasta intervenciones más elaboradas entre las que destacan la instalación de Chemamull por el escultor Antonio Pailafill, las intervenciones realizadas durante las marchas del 8 de marzo, su ocupación por las barras de los equipos de fútbol Colo-Colo y Universidad de Chile, intervenciones lumínicas por Delight Lab, entre muchas otras.
Ejemplo de la importancia que cobró para el imaginario político en el marco del Estallido Social es que el día 3 de abril de 2020, durante la cuarentena total por la crisis sanitaria, el presidente Sebastián Piñera bajó de su vehículo y posó junto al monumento para tomarse una fotografía, en lo que fue considerado por la opinión pública como un acto de provocación.
Tras una serie de intervenciones sobre el monumento, que fueron desde pintarlo completamente de color rojo hasta prenderle fuego, y de intentos del Gobierno de cubrirlo con pintura en un afán de restaurarlo y borrar todo registro material de manifestación, la madrugada del 12 de marzo de 2021 fue retirado de la plaza para ser restaurado en el plazo de un año. Junto con esta medida, dos días después del retiro, comenzó la instalación de un muro blindado de 3 metros de altura que rodearía el ahora pedestal vacío y la tumba del soldado desconocido para su protección, junto con su constante custodia policial.
